La aventura ya ha empezado.


    Hoy hace exactamente 107 días me embarqué en esta aventura. Exactamente el día 10 de febrero entré a una sala repleta de gente con los mismos sueños que yo y las mismas ganas de comernos el mundo. Era extraña las ganas que teníamos de levantarnos de nuestra silla y gritar a los cuatro vientos cuál sería la ciudad que se convertiría en los próximos meses en nuestra segunda casa aunque estuviésemos a muchísimos kilómetros de nuestra familia y de la gente que queremos.

   Cuando llegó mi turno lo tuve realmente claro, pronuncié alto y claro aquella ciudad que con solos cuatro letras representaba todo mi esfuerzo y mi ilusión: Oslo. Si bien es cierto que pronuncié tales palabras segura de mí misma, en el momento en que crucé la puerta y decidí gritar al mundo que en unos meses estaría en aquella ciudad me entró el pánico (¡tardó poco en llegar, eh!). Sentí que todo aquello que había deseado estaba cada vez más cerca y me surgieron miles de preguntas tales como: " ¿y si me he equivocado de destino?", "¿me llegarán mis ahorros para sobrevivir?", "¿me moriré de frío?....Jajajaja como siempre, decidí darle miles y miles de vueltas, pero ahí estaba la gente que me quería para arroparme y recordarme que todo iba a ir bien. Gracias a ellos sé que esté dónde esté, aunque sea a cientos de km de ellos, siempre voy a sentirme como en casa porque en cualquier momento puedo contar con ellos (¡aunque sea por face time!).

  Días después, empezaron mis nervios y mis "yo no puedo estar meses hasta rellenar papeles y no saber nada de la ciudad en la que estaré". Entonces, empecé a buscar por  youtube de canales sobre gente que hubiese estado en Noruega y, la verdad, no habían muchos. No obstante, encontré alguno (os dejaré el enlace por los laterales del blog) y me puse en contacto con una chica de mi universidad que estuvo en Oslo el año pasado. Desde el primer momento que hablé con ella me di cuenta de lo tonta que había sido por pensar que si me había equivocado de destino y poco a poco Oslo me empezó a enamorar desde la distancia.

En ese preciso momento supe que la aventura ya había empezado y que podía decir que estaba erasmuseando en gerundio.

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